Enciende una vela negra a Belcebú y haz la siguiente oración.
¡Belcebú, Príncipe de las profundidades del Infierno,
entierra a todos mis enemigos en el cementerio de la Oscuridad,
enterrando todo lo que siento en este momento,
con todas las fuerzas de mi odio mortal!
¡Dale a mi enemigo las peores pesadillas,
causando que la locura, la psicosis y la demencia lo persigan,
permitiendo que el miedo, la perturbación y la desesperación se extiendan en su mente!
¡Concédeme el poder de la venganza
y manifiesta tu presencia diabólica ante mi enemigo,
haciéndole sufrir la peor de las infortunios infernales!
¡Llévalo a la destrucción completa,
haciendo que todas las dificultades,
derrotas, tragedias y sufrimientos
caigan sobre su espalda, su cabeza y su espíritu!
Belcebú, quiero derramamiento de sangre! ¡Que la miserable mujer pueda pagar
aquí mismo en esta Tierra todo el daño que me han hecho,
muriendo y languideciendo hasta convertirse en un cadáver.