lunes, julio 1, 2024
Oraciones

Oración para pedir ayuda a San Benito

¡Oh glorioso padre san Benito! fervoroso y ejemplar abad,
mi gran protector bondadoso y de cuantos van a ti a suplicar,
aleja de mi cualquier influencia maligna,
todo mal y enemigo que a mí quisiera llegar
y libérame de los peligros del alma y cuerpo.

Intercede por mí ante el Señor, oh santo bendito
para que por su infinita compasión alivie mis sufrimientos
y remedie las serias dificultades por las que paso.

Aparta, condena y rechaza,
por la poderosa intercesión de la Santísima Cruz,
toda mala persona, adversario o contrario,
cercano o lejano, visible o invisible, conocido o desconocido,
y toda malicia que puedan dirigir contra mi persona,
contra mí familia, mis amistades y mis allegados.

Líbrame de fatídicas herejías, de magias y misas negras
de maldiciones, encantamientos, conjuros y hechicerías,
aleja de mi persona todo enemigo, aleja al violento,
al mentiroso, al envidioso, al mal vecino, al egoísta y al traidor
protégeme de la ira, el odio, los celos y el rencor,
de las malas lenguas, los enredos y difamación,
no permitas que me ataquen física o mentalmente,
aparta de mi lado a quien me quiera perjudicar en mi vida cotidiana,
en el trabajo, en el amor, en mis ocupaciones o en el hogar,
líbrame de todo daño y perversidad,
en especial de esto que me causa preocupación:
(hacer ahora con mucha fe la petición)

Te lo pido con toda confianza, apelando a tu poder
y seguro-a de tu bondad y comprensión hacia nosotros,
por favor, tú que fuiste santo con fervoroso,
que no antepusiste nada ante Cristo
desde que lo hallaste en la oración,
concédeme tu amable y muy eficaz intercesión.

Glorioso padre san Benito, santo confesor de Señor,
por tu poder ilimitado sobre los poderes dañinos
protégeme, ampárame y defiéndeme de todo mal,
desecha todo mal enviado, dejado, adquirido o tenido,
y por la fuerza del Espíritu Santo y de la Sangre de Cristo
sean derrotados y vencidos mis enemigos
y alejados y desconcertados para siempre los malos espíritus.

Oh esclarecido maestro del Divino Servicio,
perfecto protector y aliento nuestro,
intercede por mi salud de alma, cuerpo y mente,
tu que amaste a Dios sobre todas las cosas
y le entregaste con humildad y sin reservas tu corazón
haz que yo también desee los bienes eternos;
guíame para que avance por la senda de los Mandamientos,
alcánzame las gracias que me son necesarias en esta vida,
y en especial la de amar y tener caridad con mis semejantes;
ayúdame a hallar victoria en la Santa Cruz de Nuestro Señor,
enséñame a confiar en el amor de Dios, nuestro Padre
y a recibir los dones benéficos del Espíritu Santo,
para así alcanzar la perfección de mi vida cristiana.

Amén.

 

Al finalizar esta oración reza con devoción el Credo, tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.

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