lunes, julio 1, 2024
Oraciones

Oración al Judío Errante

La leyenda del Judío Errante tiene su origen en la tradición cristiana. Se le conocía como Cartaphilus y la historia cuenta que cuando Jesús llevaba la cruz camino de su crucifixión, Cartaphilus se burló de él, diciéndole que caminara más deprisa. En respuesta, Jesús dijo que, en efecto, caminaría más deprisa, pero que Cartaphilus vagaría por la tierra hasta su segunda venida.

De este modo, el judío fue maldecido y condenado a vagar sin fin. Sin embargo, Cartaphilus acabó convirtiéndose al cristianismo y adoptó el nombre de José.

Mientras vagaba por todos los rincones del mundo, se convirtió en defensor y benefactor de los amantes, ofreciendo su ayuda en sus reconciliaciones, resolviendo sus problemas amorosos y facilitando la fidelidad si alguno de ellos era infiel a sus votos o promesas. Por inalcanzable que sea el deseo, Él lo concede.

Ésta es una oración poderosa que debes rezar con gran fe si tu corazón está herido, si sufres por no tener lo que anhelas, si atraviesas dificultades emocionales o infidelidades, o si necesitas alcanzar un amor difícil, complejo o imposible.

 

Oración para amansar, amarrar y que solo sea para ti

¡Oh, Judío Errante de los amantes!
que defiendes el amor y das auxilio a quien ama de verdad,
ven a mí y préstame tu valioso y eficaz auxilio.

Según tú entraste en el templo de Jerusalén
y apagaste la lámpara del Santísimo Altar,
así yo quiero que te metas en el corazón de [Nombre de la persona amada]
y no la dejes comer ni dormir, ni estar tranquila,
hasta que no venga a mí de todo corazón,
mansa, enamorada y dedicada en cuerpo y alma.

Judío Errante de los amantes, tú que asistes en el amor,
que estás pendiente de los que aman a alguien
y, por mucho que lo desean, no son correspondidos
no me la dejes ni en silla sentada,
ni en cama acostada, ni en algún sitio parada,
hasta que venga a mis pies mansa y rendida,
que por donde quiera que vaya, en donde quiera que esté,
solo escuche mi voz, solo vea mi sombra,
y que según cuantos campanazos
den las campanas de la Iglesia,
sean debatidos en el corazón de quien amo
[Nombre de la persona amada].

Judío Errante, no me la dejes vivir con nadie,
no permitas que encuentre ni piense en nadie más,
que solo sea yo [Tu nombre] quien esté a su lado,
quien esté presente en su vida, sueño y mente,
que quede amarrada a mi desde ya y por siempre,
que su amor solo a mí y a nadie más le pertenezca,
que sus ojos solo me vean a mí y su boca solo a mí me hable,
que sus deseos solo estén dirigidos hacía mi persona
y que se le ablande el corazón solamente para mí.

Así te lo pido, Judío Errante, judío de los amantes,
sabiendo que tu ayuda es fuerte y poderosa
para quien te lo solicita con humildad y convencimiento,
yo [Tu nombre] te estaré por siempre agradecido,
no dejaré de hablar de lo mucho que ayudas
y daré a conocer esta oración a quien lo necesite.
Así sea, así se cumpla, así se haga ya lo que pido.

 

Una vez terminada esta oración, reza tres Padrenuestros y tres Avemarías en honor del Judío Errante para aliviar su sufrimiento y obtener su favor en tu petición.

Debes repetir la oración durante tres días consecutivos, preferiblemente al anochecer o cuando puedas concentrarte mejor. Repítela con atención y sinceridad desde lo más profundo de tu corazón, para que Catarfilus, en su descanso, pueda prestar más atención a tu súplica. Pídele con todo tu ser que te ayude a conseguir a la persona que amas, que sólo te tenga a ti en su mente, en sus pensamientos y en su corazón y, sobre todo, que podáis estar juntos sin obstáculos ni que nadie interfiera en vuestra relación, para que seáis muy felices juntos.

Para una mayor eficacia, es aconsejable encender una vela roja, rosa o amarilla. Puedes colocar una de cada color en cada uno de los tres días que durará tu petición. Si te resulta difícil encontrar velas de esos colores, puedes sustituirlas por velas blancas. Déjalas arder y no las apagues hasta que se hayan consumido por completo. Si quedan restos de cera, tíralos, pues ya han cumplido su misión.

Se enciende una vela blanca y fresca para expresar gratitud al judío por sus favores, y se ofrece una oración a Dios para que termine su maldición y descanse en paz, ya que su arrepentimiento por la ofensa contra Jesús era auténtico.

También puedes ofrecer un poco de incienso para la purificación de su alma. Colócalo delante de una imagen o una foto impresa del judío errante, si no tienes ninguna, no importa, simplemente «diles» que es para ellos.

 

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