lunes, julio 1, 2024
Publicaciones

Los dioses Anunnaki

Los Anunnaki, también conocidos como Anunaki, Anunna o Ananaki, son mencionados en antiguas tablillas sumerias como «los que descendieron del cielo». Esta poderosa raza de seres avanzados se cree que diseñó la humanidad hace cientos de miles de años.

Antes de los famosos dioses griegos y egipcios, existían los antiguos dioses mesopotámicos en lo que hoy en día es Irak e Irán. Los Anunnaki fueron los principales dioses adorados por los sumerios, acadios, asirios y babilonios. Sin embargo, las descripciones sobre su número y los roles que desempeñaban son contradictorias.

En la mitología sumeria, Enki era uno de los dioses más importantes y el patrón de la ciudad de Eridu, considerada la primera ciudad del mundo según los antiguos habitantes de Mesopotamia. Aunque para los sumerios y acadios, Enki era hijo del dios del cielo Anu, en el poema babilonio Enuma Elish se le menciona como hijo de Apsu y Tiamat, el océano primordial de agua dulce bajo la tierra. También se le considera hijo de Nammu, la diosa madre primordial que dio a luz a los cielos y la Tierra.

La esposa de Enki era Ninhursag, y tuvo varios hijos, entre ellos Asarluhi, Enbilulu y Marduk. Según el mito Enuma Elish, Enki y sus hermanos comenzaron a hacer mucho ruido, lo que enfureció a su padre Apsu y este decidió destruir a sus hijos. Sin embargo, Enki fue advertido de este plan por su madre Tiamat y decidió matar a su padre mientras dormía.

Con el transcurso del tiempo, la influencia de Enki se incrementó de tal manera que terminó siendo reconocido como un dios con dominio sobre diversos aspectos de la vida, como la astucia, la magia, la creación, la fertilidad y la inteligencia. En el Atrahasis, una versión mesopotámica del Gran Diluvio, Enki es el responsable de la creación de la humanidad, la cual estaba destinada a servir a los dioses.

Los seres humanos se multiplicaron rápidamente y esto perturbó enormemente a Enlil, el líder de los dioses, debido al ruido que generaban. Por lo tanto, decidió enviar catástrofes a la Tierra con el fin de reducir la población humana.

En cada catástrofe, los seres humanos suplicaban a Enki que les enseñara cómo sobrevivir. Enlil decide enviar un gran diluvio para exterminar de una vez por todas a la humanidad.

Dado que Enki no podía detener los planes de Enlil, desciende a la Tierra para salvar al menos a Atrahasis, a quien consideraba un hombre justo. Enki le encarga a Atrahasis construir un arca para poder escapar de la ira de Enlil. Todos los demás seres humanos fueron destruidos en la inundación.

Enlil sugiere crear nuevamente a los seres humanos, pero con ciertas limitaciones, como ser menos fértiles, tener una vida más corta y ser más vulnerables que la raza anterior.

Deja una respuesta