miércoles, julio 3, 2024
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Salación: La más temida de las brujerías

La salación es uno de los rituales de brujería más temidos, desde la antigüedad. Este procedimiento funesto, utiliza la sal como principal ingrediente para provocar la mala suerte en una persona.

Debido al uso del elemento sal, la salación generalmente se relaciona con el plano económico y las propiedades (bienes) de la víctima. El individuo «salado» pierde su poder adquisitivo, contactos y recursos.

Puede afirmarse que la salación es un ritual de la denominada magia negra, aunque clasificar la magia como blanca o negra, es simplificar demasiado los distintos aspectos que encierra.

Por ejemplo, es ampliamente conocido el poder de la sal como elemento energético purificador y protector (positivo); sin embargo, puede ser empleado para actividades de bajo nivel vibracional, como la salación.

En estos casos, la culpa no es del ingrediente utilizado (sal, velas) sino de la persona que manipula la energía, y decide (por voluntad propia) enfocarla hacia emociones y situaciones negativas.

Retomando el tema de la salación, este ritual de connotaciones oscuras suele emplear otros elementos como huevos y aceite, que son arrojados en las propiedades de la víctima (casa, carro), para acarrear accidentes e infortunio.

Los ingredientes del hechizo pueden ser encontrados a simple vista (en el patio o frente a la puerta principal de la vivienda), pero en otras ocasiones, es posible que pasen desapercibidos (en una maceta, en la rueda  de un vehículo).

Síntomas

Los curanderos y sanadores populares practican una serie de rituales (que incluyen sal, aceite, huevos y plantas) para determinar si un individuo ha sido víctima de una salación o está sugestionado por su propia negatividad.

Los síntomas de la salación descritos por chamanes comprenden:

  • Alejamiento de los seres queridos.
  • Discusiones constantes y sin motivo aparente.
  • Dificultades económicas y en el trabajo.
  • Depresión e irritabilidad.

Asimismo, son frecuentes los terrores nocturnos (pesadillas); la falta de asertividad (tus acciones son malinterpretadas); perdida de la confianza de amigos y parientes; y migrañas.

Es importante descartar cualquier problema físico, o la propia sugestión (negativa), antes de adoptar la teoría de la salación. Eliminadas las hipótesis, solicita la asesoría de un consultor espiritual de confianza, para que confirme tus sospechas.

Para estos casos recomendamos la oración a San Miguel Arcángel.

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