Aleister Crowley: sobre la Misa Negra
En 1947, se realizó una Misa Negra junto a la tumba de Aleister Crowley durante su funeral. Durante la vida, se describió a Crowley como practicante de “magia negra” y realizando rituales satánicos. Sin embargo, afirmó enfáticamente que despreciaba la magia negra y nunca podría realizar una Misa Negra, lo cual era un abuso del poder espiritual.
Los rituales de Crowley eran “anticristianos”; eso no los hace “satánicos”. Por ejemplo, escribió una misa gnóstica que sigue siendo un ritual central en la orden mágica Ordo Templi Orientis (O.T.O), de la que fue jefe en Inglaterra.
En 1933, el periódico londinense Sunday Dispatch publicó un artículo de Crowley sobre la magia negra. En él comentó sobre la Misa Negra:
…“En París, e incluso en Londres, hay gente descarriada que están abusando de sus invaluables dones espirituales para obtener ventajas menores y temporales a través de estas prácticas. La “Misa Negra” es un asunto totalmente diferente. No podría celebrarlo aunque quisiera, porque no soy un sacerdote consagrado de la “Iglesia cristiana”.
Hay muchas formas de abusar del Sacramento. Uno de los más conocidos es la “Misa de San Secaire”, cuyo propósito es hacer que un enemigo se marchite.
En esta “misa”, siempre celebrada en algún lugar secreto, preferiblemente en una capilla en desuso, a medianoche, el sacerdote aparece con túnicas canónicas.
Pero incluso en sus vestiduras hay algún cambio siniestro, una perversión de su santidad simbólica. Hay un altar, pero las velas son de cera negra. El crucifijo se fija con la cabeza hacia abajo.
El secretario del sacerdote es una mujer, y su vestido, aunque parece ser una prenda de iglesia, es más como un traje en una revista lasciva. Ha sido alterado para hacerlo indecente.
La ceremonia es una parodia de la misa ortodoxa, con interpolaciones blasfemas.
El sacerdote debe tener cuidado, sin embargo, de consagrar la Hostia de la manera ortodoxa. El vino ha sido adulterado con drogas mágicas como belladona y verbena, pero el sacerdote debe convertirlo en la sangre de Cristo.
La terrible base de la Misa es que el pan y el vino han aprisionado a la Deidad. Luego son sometidos a terribles profanaciones.
Se supone que esto libera los poderes del mal y los une. (¡Es más bien el caso del ratón que intenta hacerse amigo del gato!)
En la forma congregacional de la Misa Negra, el sacerdote, habiendo terminado sus abominaciones -que son, francamente, indescriptibles- esparce los fragmentos de la Hostia en el suelo, y los asistentes luchan por los fragmentos sucios, cuya posesión, ellos la ven como un tesoro”…
Fuente:
- Crowley, Aleister. "Black Magic Is not a Myth". From the Sunday Dispatch, July 2, 1933.